Unidades Estructurales

Loma Gorda

LA ALINEACION ANTICLINAL DE LA LOMA GORDA-CANTALOBOS

Coincide con un pliegue orientado hacia el ENE., con algunas inflexiones y bifurcaciones, que quedan ya fuera del término municipal. Se trata de la alineación anticlinal que separa la pequeña cuenca intramontañosa terciaria del Guadalopillo, de la cuenca de Alloza-Andorra.

Es un agudo y estrecho pliegue, de buzamientos subverticales, constituido fundamentalmente por materiales calcáreos del Jurásico, aunque en su núcleo llega a aflorar el Triásico Superior en facies Keuper y en sus flancos se repiten las series del Cretácico: un reducido Aptiense, el Albiense en facies Utrillas y las calizas, dolomías y margas del Cretácico Superior,fosilizado ya en su parte externa por el Terciario del Guadalopillo

El anticlinal es complejo, puesto que se identifica con una estructura vergente, un pliegue volcado en dirección hacia el Norte, afectado por algunas fallas longitudinales e importantes desgarres.

Incluso pueden observarse terminaciones periclinales, como por ejemplo los cierres de El Carrascal y La Loma Gorda, que permiten el afloramiento sinclinal entre ellos del Cretácico Superior.

Mapa de suelos

Guadalopillo

CUENCA DEL RIO GUADALOPILLO O DE BERGE

Similar al resto de las depresiones intramontañosas del Bajo Aragón turolense, localizadas en el contacto entre la Cordillera Ibérica y la Depresión del Ebro, se identifica con una cubeta sinclinal (fig. 10) colmatada por materiales terciarios. La cuenca, alargada hacia el ENE, entre Ejulve-Gargallo y Berge, está drenada por el río Guadalopillo y afluentes. Se aloja entre la alineación anticlinal de La Loma Gorda Cantalobos y las estructuras cabalgantes de Ejulve-Molinos.

En ella aparecen representadas las tres series terciarias descritas, discordantes sobre el Cretácíco, pero afectadas por buzamientos importantes en los márgenes de la cuenca y subhorizontales en su eje y hacia techo. Incluso pueden cartografiarse deformaciones de plegamiento y fracturas importantes, como el gran sinclinal, localizado en el centro de la cubeta entre La Venta Baja y Berge, o los estrechos repliegues situados al Norte de Molinos.

Estos accidentes afectan fundamentalmente a la formación oligocena, aunque, por supuesto, el Eoceno del barranco de Santa Lucía, subvertical, esta cabalgado por el Cretácico.

Estructuras Cabalgantes

LAS ESTRUCTURAS CABALGANTES DE MOLINOS

La mitad SE. del término municipal se localiza sobre un conjunto de agudos y apretados pliegues de dirección variable, de NNE. a ENE., que tienden a desplomarse hacia el Norte, hallándose afectados por numerosos accidentes cabalgantes hacia la depresión del Ebro.

Los frecuentes cierres y bifurcaciones así como la misma densidad de las deformaciones hace prácticamente imposible la individualización de unidades concretas. Ni siquiera la delimitación de conjuntos cabalgantes está clara. Como norma general existen cinco unidades (Los Pollares, El Cabezo de la Molinera, Pozuelo, Valellas y Molinos), de núcleo anticlinal jurásico, orlado por apretados repliegues en Cretácico Superior.

La mayor complejidad posiblemente se localiza en los alrededores de Molinos, donde pueden observarse hasta tres escamas que cabalgan incluso sobre la unidad oligocena del Terciario.

Todas estas estructuras apenas poseen traducción topográfica, excluyendo algunas alineaciones de crestas, por hallarse biseladas por una extensa superficie de erosión. Además, están Jbsilizadas por manchones discontinuos de Terciario, a veces conectados con el techo del relleno de la cubeta del Guadalopillo o también de la meridional de las Cuevas de Cañart.

Este sistema de pliegues y cabalgamientos con vergencia general hacia el Norte se interpretan como producidos por efecto de los movimientos de bloques de un zócalo paleozoico, muy próximo en profundidad, durante la Orogenia Alpina.

Mapa Geomorfológico

Modelo Tectónico

La influencia del basamento o zócalo que conforma la cuenca sedimentaria ibérica en este sector, determina las condiciones paleo geográficas y el espesor de la sedimentación a lo largo del ciclo alpino.

Estas condiciones repercutirán directamente en el carácter de las deformaciones, pero además también en la interferencia de dos direcciones de esfuerzo distintas, la ibérica (NW-SE) y la catalana (NE-SW) , que tiene lugar en esta parte del del Bajo Aragón. A ello hay que añadir la existencia de materiales plásticos intercalados en el seno de la serie sedimentaria, como la facies Keuper y la facies Utrillas, que pueden actuar como niveles de despegue durante la tectónica y permiten cierta independización de los sedimentos mesozoicos del zócalo.

Todos estos elementos y factores pueden articularse en un modelo tectónico que explique satisfactoriamente la configuración estructural, sus rasgos y cronología, y que intentaremos presentar a continuación, siguiendo la bibliografía existente sobre el tema.

Las deformaciones que afectan a los materiales aflorantes en el término municipal de Molinos son resultado de una actividad tectónica que se desarrolla a lo largo de los tiempos secundarios y terciarios.

Realmente, en un sentido amplio, y a pesar de que el Paleozoico no está representado dentro de nuestros límites, también pueden seguirse las huellas de la tectónica primaria y no sólo porque ella es la que determina el mosaico de bloques elevados y hundidos que configura las condiciones paleogeo gráficas y la geometría de las cuencas que recibirán la sedimentación Mesozoica, sino también porque el rejuego de fracturas profundas durante la Orogenia Alpina condiciona la posición y las características de determinados accidentes.

Epirogénesis Secundaria

A lo largo del Secundario esta zona ha sido objeto de numerosas fases epirogénicas o movimientos verticales de bloques, alternando con períodos de calma tectónica relativa, que se traducen directamente en los cambios de flicies de sedimentación y pequeñas discordancias. El análisis estratigráfico ha mostrado las siguientes etapas:

Movimientos triásicos, responsables de la sedimentación a nivel regional de las tres facies típicas del Trias: la primera continental, la segunda marina y la tercera, ojácies Keuper, representada en nuestro término municipal, lacustre.

-Tras un período de calma relativa, durante el Jurásico Medio, esta parte de la cuenca sufre un levantamiento, como consecuencia del cual no se deposita uno de los tramos del Dogger. Después las condiciones vuelven a ser marinas, de relativa profundidad.

-Los movimientos neokimméricos tienen lugar entre el Jurásico final y el Aptiense y producen la fragmentación del área de sedimentación en numerosas subcuencas separadas por umbrales episódicamente emergidos, que coinciden con los sectores levantados en la fase anterior. Uno de estos umbrales se extendió de SW. a NE., precisamente entre Ejulve y Molinos, y su consecuencia más directa es la ausencia de, al menos, parte del Cretácico Inferior en nuestra sucesión estratigráfica. La presencia punt,úal de Aptiense marino puede interpretarse como un hundimiento abteaptiense, aunque dados los escasos vestigios es imposible precisar su envergadura.

Mapa geológico

La fase aústrica coincide con los movimientos de levantamiento prealbinses, que dan lugar a una regresión generalizada, a la erosión de las áreas emergidas, y al depósito de las facies continentales de Utrillas. Tras ella, con la transgresión cenomaniense, se reanuda un régimen sedimentario marino.

Durante el Turoniensese registran de nuevo movimientos verticales ascendentes, que originan la sustitución de la sedimentación marina por otra de carácter más litoral. Estas pulsaciones se incrementan en el Senoniense Superior, hasta dar lugar a la emersión definitiva de la cuenca ibérica en su conjunto y por tanto de nuestra zona de estudio, a la vez que se produce el hundimiento de la plataforma septentrional del Ebro, que hasta estos momentos había permanecido como área continental.

Orogenia Alpina

En el Oligoceno cesan los movimientos epirogénicos y comienza un período de intensa actividad orogénica, que da lugar a la Cordillera Ibérica como cadena montañosa plegada.

La Orogenia Alpina, en nuestro ámbito mediterráneo, se produce a consecuencia de la convergencia o movimiento de acercamiento de dirección aproximada N-S, de las placas Europea y Africana. Los esfuerzos causados por la colisión entre estas dos enormes placas litosféricas dan lugar a la elevación y deformación, mediante pliegues y fallas, de los sedimentos depositados en las primitivas cuencas, y por tanto a la totalidad de las estructuras constatadas en el término municipal de Molinos y descritas en el capítulo precedente.

Dos son los puntos principales a aclarar en relación con el tema de la tectónica Alpina: la edad de las deformaciones y el modelo de evolución estructural capaz de justificarlas.

Conclusión Naturaleza

La evolución geológica del término municipal de Molinos arranca del ciclo sedimentario alpino. A lo largo de todo el Mesozoico la cuenca de sedimentación ibérica va a funcionar como un aulacógeno, en el sentido expuesto por ALVARO et al. (1978) y SIMON (1984), es decir, como un graben complejo, surcado por fallas longitudinales y transversales, en el que poco a poco se va a instalar una sedimentación marina, favorecida por el régimen distensivo.

No obstante, y aunque en el área de estudio no existen vestigios, en las primeras etapas evolutivas del graben ibérico, los depósitos comienzan siendo detríticos (facies Buntsandstein). La cuenca se halla configurada en ambrales y surcos en los que se depositarán los materiales carbonatados del Muschelkalk y las arcillas yes(frras lacustres del Keuper, que llegar a aflorar puntualmente en Molinos.

La mayor parte de los materiales rocosos que integran la sucesión estratigráfica descrita en el apartado «Materiales aflorantes», y ya hemos hecho referencias indirectas a ello, no conservan el dispositivo horizontal que adquirieron durante su sedimentación en la cuenca ibérica, a lo largo del Mesozoico y de la práctica totalidad del Terciario. Por el contrario, se hallan afectados por una serie de complejas deformaciones de plegamiento y de fractura, vinculadas a la tectónica alpina, que es la causante de la configuración estructural actual (mapa geológico anexo).

Dentro del término municipal de Molinos pueden diferenciarse tres conjuntos estructurales distintos, perfectamente individualizados, que de Norte a Sur son (fig. 9 y fig. 10): la alineación anticlinal de La Loma Gorda-Cantalobos, la cubeta terciaria del río Guadalopillo y las estructuras cabalgantes de Molinos, descritas en el menu de la izquierda.

La subsidencia diferencial de bloques da paso a una subsidencia generalizada, que permite la transgresión liásica y la sedimentación de las series carbonatadas jurásicas. No obstante hay momentos de inestabilidad tectónica y de elevación de los fondos marinos, plasmados en los niveles de condensación y la ganas estratigráficas del Dogger-Oxfordiense.

Los movimientos verticales de bloques adquieren su máxima expresión a finales del Jurásico y durante el Cretácico Inferior, período durante el cual la cuenca se fragmenta en una serie de subcuencas separadas por umbrales y esquematizadas en la fig. 19. El territorio de Molinos ocupa precisamente parte de uno de los umbrales principales, el de Ejulve-Molinos, que separaría la cuenca del Maestrazgo Central de la cubeta de Oliete. Esta posición emergida es la responsable de la ausencia de Cretácico Inferior en el área de estudio.


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